Esto no es una newsletter más.

Si llegaste hasta acá, no es casualidad.
Hay algo en vos que quiere recordar, volver, crear, sanar, emprender y maternar desde otro lugar.

En esta carta digital no vas a encontrar fórmulas, promesas vacías ni automatismos.

Te voy a mandar mails con preguntas que remueven, historias reales, aprendizajes en crudo y herramientas que uso cuando todo se desarma un poco.

Sin fórmulas mágicas. Pero con un poco de magia real.

No te voy a llenar la casilla.
Te voy a hablar cuando tenga algo verdadero para decirte.

Bienvenida a este canal íntimo.
Gracias por quedarte cerca.

Y si en algún momento no te resuena más o sentís que abrís demasiados mails y ninguna botella de vino… te desuscribís en dos clics. Sin culpa, sin dramas, sin juicios del universo.